Butilhioscina + ibuprofeno

Acción terapéutica.

Antiespasmódico-analgésico.

Indicaciones.

Cólicos y dolores antes, durante y después de la menstruación. Cólicos biliares. Cólicos de vías renales.

Dosificación.

Oral. Adultos y niños mayores de 12 años: Butilhioscina 20 mg/lbuprofeno 400mg, 3 a 4 veces al día.

Reacciones adversas.

Debido al contenido de bromuro de N-butilhioscina pueden presentarse efectos secundarios anticolinérgicos, incluyendo xerostomía, taquicardia y potencialmente formación de orina residual. Pero estos efectos generalmente son leves y autolimitados. Ibuprofeno es bien tolerado si se toma en las dosis terapéuticas recomendadas. Pueden existir reacciones de hipersensibilidad incluyendo fiebre, urticaria y exantemas, en forma de prurito, erupciones cutáneas y hasta eccemas tóxicos graves (eritema exudativo multiforme, síndrome de Stevens-Johnson). Los efectos colaterales graves incluyen un descenso de la presión arterial que, en casos extremos, puede desencadenar un choque (piel pálida y fría, vértigo y náusea) y asma. En caso de edema facial, hinchazón de la lengua o de la garganta que produzca una constricción de las vías respiratorias y disnea, y en caso de taquicardia, la asistencia médica debe ser inmediata. Pueden presentarse trastornos bucales y gastrointestinales como pirosis, dolor epigástrico, náusea, vómitos, sensación de plenitud en el tracto gastrointestinal y diarrea. Estos síntomas pueden indicar la presencia de hemorragia gastrointestinal oculta que, en casos extremos, puede desencadenar anemia. Se ha informado aisladamente sobre ulceraciones con hemorragia interna grave, con riesgo de perforación. Por este motivo, si un paciente presenta dolor intenso en el abdomen o presenta melena (coloración roja o marrón en las heces) durante el uso de la combinación de bromuro de N-butilhioscina/Ibuprofeno el tratamiento debe suspenderse y debe solicitarse inmediatamente asistencia médica. Una colitis ulcerosa puede precipitarse o reactivarse. Raramente pueden darse alteraciones en la hematopoyesis (anemia aplásica y hemolítica, leucopenia, trombocitopenia, agranulocitosis). Los primeros síntomas de esta complicación son fiebre, faringoamigdalitis (anginas), lesiones superficiales en la boca, signos y síntomas que sugieren una gripa, fatiga pronunciada, epistaxis y hemorragia cutánea. En estos casos, el tratamiento debe suspenderse y debe solicitarse inmediatamente asistencia médica. Además, debe suspenderse toda la automedicación con analgésicos y sustancias antipiréticas. La administración a largo plazo de dosis altas de ibuprofeno puede desencadenar ocasionalmente trastornos del sistema nervioso central como por ejemplo cefalea, vértigo, inquietud, nerviosismo, irritabilidad y fatiga. En casos muy raros pueden presentarse depresión, insomnio y confusión. Puede haber zumbido de oídos. Muy raras veces se ha informado sobre ambliopía (visión borrosa y/o reducida, escotomas y/o alteraciones de la visión cromática e hipoacusia con el uso de ibuprofeno. Si aparecen trastornos visuales durante el tratamiento de inmediato se deberá informar al médico que atiende al paciente. Con el uso de ibuprofeno se ha comunicado una tendencia a la retención de líquidos y edema, especialmente en pacientes con hipertensión arterial, estos síntomas desaparecen por regla general, al suspender el fármaco. En casos muy raros se ha informado sobre insuficiencia cardiaca congestiva en pacientes con función cardiaca marginal, presión arterial elevada y palpitaciones después del uso de ibuprofeno. Igual que con otros antiinflamatorios no esteroides, pueden presentarse elevaciones de los valores límite de una o más pruebas de la función hepática. El tratamiento a largo plazo puede producir una toxicidad hepática y en raros casos una pancreatitis. En raros casos, el tratamiento puede causar una meningitis aséptica con fiebre y coma debido al contenido de ibuprofeno. Si los pacientes desarrollan cefaleas graves, náusea, vómitos, insomnio y una rigidez de nuca (datos clínicos que sugieren una meningitis) el tratamiento deberá suspenderse inmediatamente y solicitar asistencia médica. La meningitis aséptica suele aparecer más frecuentemente en pacientes con lupus eritematoso sistémico y enfermedades relacionadas con el tejido conjuntivo. En casos aislados, los pacientes pueden desarrollar lesiones renales (fallo renal agudo, síndrome nefrótico, nefritis intersticial, necrosis papilar).

Precauciones y advertencias.

Los pacientes con asma, fiebre del heno o infecciones crónicas de las vías respiratorias pueden presentar síntomas de hipersensibilidad al ibuprofeno (intolerancia a analgésicos / asma inducida por analgésicos). En cualquier momento puede presentarse una toxicidad gastrointestinal grave, como por ejemplo, hemorragia, ulceración y perforación con y sin señales de advertencia en pacientes que reciben tratamiento crónico con antiinflamatorios no esteroideos. Pacientes con antecedentes de episodios gastrointestinales graves y otros factores de riesgo de los que se sabe que están asociados con una enfermedad de úlcera péptica, como por ejemplo alcoholismo, tabaquismo, etc., pueden correr un riesgo especial de desarrollar una ulceración péptica y hemorragia. La combinación de bromuro de N-butilhioscina/Ibuprofeno deberá usarse con cuidado en los ancianos ya que éstos no parecen tolerar las ulceraciones y las hemorragias tan bien como las demás personas. También debería prestarse atención en pacientes con porfirias (anomalías en el metabolismo del pigmento hemático), con trastornos de la función hepática o renal, con enfermedades cardiacas y/o hipertensión, con inflamación intestinal como enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, etc., antes y después de intervenciones quirúrgicas mayores. Después del uso de ibuprofeno se ha informado sobre visión borrosa y reducida, escotomas y/o alteraciones en la visión cromática. En el caso de que algún paciente desarrolle estas molestias al tomar el fármaco debería suspenderse y el paciente debería someterse a una revisión oftalmológica que incluya una prueba de los campos visuales centrales y de la visión cromática. El ibuprofeno, al igual que otros antiinfIamatorios no esteroides, puede inhibir la agregación plaquetaria. El efecto suele ser de menor intensidad y dura menos que el producido por el ácido acetilsalicílico. El ibuprofeno ha mostrado prolongar el tiempo de hemorragia (pero dentro del límite normal) en las personas sanas. Debido a que este efecto hemorrágico prolongado puede presentarse de forma exagerada en pacientes con defectos hemostáticos básicos, la combinación de bromuro de N-butilhioscina/Ibuprofeno deberá ser administrada con cuidado en pacientes con defectos del sistema de coagulación intrínseco y en los pacientes sometidos a terapia anticoagulante. Debido al riesgo potencial de complicaciones anticolinérgicas, debería prestarse atención en pacientes propensos a glaucoma y pacientes susceptibles a obstrucción intestinal o urinaria y en los pacientes propensos a taquiarritmia. Aun cuando la combinación de bromuro de N-butilhioscina/Ibuprofeno se usa tal como se ha prescrito, puede afectar a las reacciones de modo que la capacidad de conducir o manejar máquinas puede empeorar. Esto se da en un grado mayor en combinación con alcohol. No se administre en el embarazo ni lactancia. Deben observarse las precauciones habituales como para todos los fármacos que se toman durante el embarazo. Durante el tercer trimestre deberá tenerse presente que el ibuprofeno puede prolongar el parto, aumentando el riesgo de hemorragia. Debido a los efectos conocidos de los antiinfIamatorios no esteroideos sobre el sistema cardiovascular fetal (oclusión del conducto arterioso in utero), deberá evitarse el uso de la combinación de bromuro de N-butilhioscina/Ibuprofeno durante el embarazo. Hasta el momento no se ha establecido la seguridad de la combinación de bromuro de N-butilhioscina/Ibuprofeno durante la lactancia, por lo que no debe usarse durante este periodo.

Interacciones.

La combinación de bromuro de N-butilhioscina/Ibuprofeno puede potenciar el efecto anticolinérgico de los antidepresivos tricíclicos, antihistamínicos, quinidina, amantadina y disopiramida. El tratamiento concomitante con antagonistas de la dopamina, como la metoclopramida, puede producir una disminución de la acción de ambos fármacos en el tracto gastrointestinal. Y puede aumentar el efecto taquicárdico de los beta-adrenérgicos. La administración concomitante de digoxina, difenilhidantoína y litio produce un aumento de los niveles en suero de estas sustancias. El efecto de los diuréticos y antihipertensivos puede reducirse. La administración simultánea de diuréticos ahorradores de potasio puede provocar hiperpotasemia. El uso concomitante de glucocorticoides y antiinflamatorios no esteroides aumenta el riesgo de efectos colaterales gastrointestinales. Los fármacos que contienen probenecid o sulfinpirazona pueden retardar la eliminación del ibuprofeno. El efecto uricosúrico de la sulfinpirazona puede reducirse. La administración simultánea de metotrexate produce un aumento de las concentraciones en suero de este fármaco que puede potenciar los efectos tóxicos. A pesar de que no se han comunicado interacciones con fármacos anticoagulantes o antidiabéticos, se deberá monitorear el estado de coagulación y los niveles de glucosa en suero en tales casos. Los antiinflamatorios no esteroideos pueden aumentar los efectos secundarios centrales de la quinolona, produciendo convulsiones. La terapia concomitante con ácido acetilsalicílico desciende los niveles de ibuprofeno en suero. Ya que existe un riesgo teórico de toxicidad renal y gastrointestinal excesiva con el uso simultáneo de ibuprofeno y el ácido acetilsalicílico, no se deberán tomar los dos fármacos de forma concomitante excepto bajo la supervisión de un médico.

Contraindicaciones.

Está contraindicada en pacientes con hipersensibilidad al ibuprofeno o al bromuro de N-butilhioscina, úlcera gástrica o duodenal, historia de pólipos nasales, angioedema y broncospasmo inducido por el ácido acetilsalicílico y otros antiinflamatorios no esteroideos, miastenia gravis, megacolon, glaucoma e hipertrofia prostática con tendencia a retención de orina. Trastornos en la coagulación, enfermedad hepática, renal o cardiaca, hipertensión, obstrucción intestinal. No administrar por más de 3 - 5 días.

Sobredosificación.

Una sobredosificación puede originar taquicardia, boca seca, fatiga, retención urinaria y trastornos visuales debido al bromuro de N-butilhioscina. Los síntomas que se pueden esperar con una sobredosificación de ibuprofeno son los que se indican en efectos secundarios. Además, pueden presentarse vértigo, nistagmo, cianosis, hemorragia, hipotensión, hipotermia y depresión respiratoria, coma y acidosis metabólica. En caso de sobredosificación se recomienda provocar el vómito y a continuación efectuar lavado gástrico, administración de apomorfina, instilación de carbón activado y sulfato de magnesio (15%). Los síntomas de una sobredosificación de bromuro de N-butilhioscina pueden controlarse administrando parasimpaticomiméticos. En caso de retención urinaria, se aconseja cateterismo vesical. A los pacientes que presenten glaucoma debe administrarse localmente pilocarpina. Ya que el ibuprofeno es ácido y se elimina en la orina, es teóricamente benéfico administrar alcalinos e inducir una diuresis. La diuresis forzada puede potenciar la excreción de ibuprofeno a través de esta vía.