NAPRUX 750 AP
ANDROMACO
Comprimidos de acción prolongada
Antiinflamatorio no esteroide, analgésico y antipirético. Código ATC: M01AE02.
Venta bajo receta. Industria argentina.
Composición.
Cada comprimido Naprux AP por 750 mg contiene: Excipientes: Hidroxipropilmetilcelulosa, Estearato de Magnesio, Amarillo ocaso laca Nro. 6.
Farmacología.
Farmacodinamia: NAPROXENO es un antiinflamatorio no esteroideo relacionado químicamente con el grupo de los ácidos arilacéticos, presentando, además de su elevada actividad antiinflamatoria, propiedades analgésicas y antipiréticas notables. Al igual que otros agentes antiinflamatorios no esteroideos, naproxeno inhibe la prostaglandina sintetasa, si bien el mecanismo exacto de la acción antiinflamatoria se desconoce para este tipo de productos. Farmacocinética: El naproxeno se absorbe completamente en el tracto gastrointestinal tras su administración oral, alcanzándose niveles plasmáticos máximos al cabo de 2 a 4 horas. La absorción puede acelerarse por la administración concomitante de bicarbonato de sodio, o reducirse por el suministro de óxido de magnesio o hidróxido de aluminio. El naproxeno, a dosis terapéuticas normales, se une a proteínas plasmáticas en más de un 99%. El naproxeno tiene una vida media de 13 horas, cifra que aumenta en ancianos y por lo que puede requerirse un ajuste de dosis. Aproximadamente un 95% de la dosis de naproxeno se excreta en la orina inalterado o como 6- o-desmetil naproxeno. El naproxeno cruza la barrera placentaria y aparece en la leche materna, aproximadamente a razón de 1% de la concentración plasmática de la madre.
Indicaciones.
Enfermedades reumáticas: Acción antiinflamatoria y analgésica en artritis reumatoidea, artritis reumatoidea juvenil, osteoartritis (artritis degenerativa), espondilitis anquilosante, gota aguda. Indicaciones periarticulares y musculoesqueléticas: como analgésico en bursitis, tendinitis, sinovitis, tenosinovitis, lumbago. Cirugía y traumatología: Acción analgésica en esguinces, torceduras, manipulaciones ortopédicas, extracciones dentales, cirugía. Enfermedades infecciosas: Analgésico, antiinflamatorio, antipirético, utilizado como adyuvante en la terapia específica. También está indicado para el manejo del dolor y la dismenorrea primaria.
Dosificación.
Se puede minimizar la aparición de reacciones adversas si se utilizan las menores dosis eficaces durante el menor tiempo posible para controlar los síntomas. La terapia debe ser iniciada con la dosis recomendada más baja, especialmente en pacientes de edad avanzada. Las dosis mencionadas son de orientación y la posología definitiva se ajustará al criterio médico. Adultos: Terapéutica inicial: La dosis usual diaria oscilará entre 500 mg y 1.000 mg tomados en dos dosis en intervalos de 12 horas. En los pacientes que toleren las dosis bajas y no posean antecedentes de enfermedad gastrointestinal, la dosis puede ser aumentada a 1.250 mg/día, durante no más de dos semanas, en caso de algias repentinas o exacerbación aguda. Para la fase aguda, se recomienda una dosis diaria de carga de 750 mg o 1.000 mg en los siguientes casos: En pacientes con dolor nocturno severo y/o entumecimiento matinal. En pacientes que comenzaron a recibir Naproxeno después de haber sido medicados con otros antirreumáticos en altas dosis. En osteoartritis, si el dolor es el síntoma predominante. En casos de dismenorrea y algias de moderada intensidad se recomienda una dosis inicial de 500 mg seguida de 250 mg a intervalos de 6-8 horas según se necesite, con una dosis máxima diaria tras el primer día de 1.250 mg. Terapéutica de Mantenimiento: Se aconsejan dosis de 250 a 1.000 mg/día, en dos tomas, cada 12 horas. El ajuste de las dosis de la mañana y de la tarde deberá hacerse sobre la base de los síntomas predominantes, por ejemplo, dolores nocturnos o rigidez matinal. Naproxeno también ha demostrado ser efectivo cuando se administra como dosis única de 500-1.000 mg en la mañana o en la noche. En el caso de los comprimidos de 1.000 mg la posología aconsejada es de 1 comprimido al día con una duración máxima de tratamiento de 8 días. Gota Aguda: Deben administrarse 750 mg como dosis inicial, seguida de una dosis de 250 mg cada 8 horas según se requiera. Administración de Naprux AP 750 mg: Como alternativa de la administración de dos dosis diarias de comprimidos corrientes de Naproxeno. No se debe exceder la dosis diaria máxima de 1.000 mg de Naproxeno. Pediatría: Como analgésico y antipirético: la dosis usual es de 10 mg/Kg/día dividida en dos dosis diarias. Artritis reumatoidea juvenil: La dosis usual es de 10 mg/Kg/día, administrada en dos tomas con un intervalo de 12 horas.
Contraindicaciones.
Hipersensibilidad al naproxeno, al naproxeno sódico o a cualquiera de los componentes de la fórmula. Pacientes con antecedentes de reacciones alérgicas a aspirina u otros antiinflamatorios no esteroideos. Antecedentes de hemorragia gastrointestinal o perforación relacionados con tratamientos anteriores con anti-inflamatorios no esteroideos (AINE). Úlcera péptica/hemorragia gastrointestinal activa o recidivante (dos o más episodios diferentes de ulceración o hemorragia comprobados). Insuficiencia cardiaca grave. Insuficiencia renal grave. Insuficiencia hepática grave. A partir de las 24 semanas de gestación. Niños menores de 2 años de edad. Asimismo, no debe administrarse a pacientes con colitis ulcerosa o insuficiencia hepática o renal de carácter grave. En el caso particular del Naprux 1000 mg está contraindicado en niños menores de 15 años.
Reacciones adversas.
Las reacciones adversas que se observan con mayor frecuencia son de naturaleza gastrointestinal. Pueden producirse úlceras pépticas, perforación o hemorragia gastrointestinal, en algunos casos mortales, especialmente en los ancianos. También se han notificado náuseas, vómitos, diarrea, flatulencia, estreñimiento, constipación, dispepsia, dolor abdominal, melena, hematemesis, estomatitis ulcerosa, exacerbación de colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn. Se ha observado menos frecuentemente la aparición de gastritis. Las siguientes reacciones adversas han sido notificadas en el periodo de post-comercialización del uso de Naproxeno. Trastornos de la sangre y del sistema linfático: Muy raras ( < 1/10.000): agranulocitosis, anemia aplásica y hemolítica, eosinofilia, leucopenia, trombocitopenia. Trastornos del sistema inmunológico: Muy raras ( < 1/10.000): reacciones anafilactoides, edema angioneurótico. Trastornos del metabolismo y de la nutrición: Muy raras ( < 1/10.000): hipercalemia. Trastornos psiquiátricos: Muy raras ( < 1/10.000): dificultades para la concentración, depresión, alteraciones del sueño. Trastornos del sistema nervioso: Muy raras ( < 1/10.000): mareo, somnolencia, cefalea, sensación de mareo, vértigo, disfunción cognoscitiva, meningitis aséptica, convulsiones, insomnio, anomalías oníricas. Trastornos oculares: Muy raras ( < 1/10.000): trastornos de la visión, opacidad corneal, papilitis, neuritis óptica retrobulbar y edema de la papila. Trastornos del oído y del laberinto: Muy raras ( < 1/10.000): alteraciones de la audición, tinnitus, hipoacusia. Trastornos cardiovasculares: Muy raras ( < 1/10.000): palpitaciones, insuficiencia cardíaca congestiva, hipertensión, vasculitis. Se han notificado edema, hipertensión arterial e insuficiencia cardiaca en asociación con el tratamiento con AINE. Datos procedentes de ensayos clínicos y de estudios epidenilológicos sugieren que el empleo de algunos AINE (especialmente en dosis altas y en tratamientos de larga duración) puede asociarse con un moderado aumento del riesgo de acontecimientos aterotrombóticos (por ejemplo infarto de miocardio o ictus). Trastornos respiratorios, torácicos y mediastínicos: Muy raras ( < 1/10.000): asma, neumonitis eosinofílica, disnea, edema pulmonar. Trastornos gastrointestinales: Muy raras ( < 1/10.000): molestias abdominales, estreñimiento, diarrea, dispepsia, pirosis, náuseas, vómitos, estomatitis, colitis, esofagitis, hemorragia y/o perforación gastrointestinal, hematemesis, melena, ulceración gastrointestinal no péptica, ulceración péptica, estomatitis ulcerativa, pancreatitis, flato. Trastornos hepatobiliares: Muy raras ( < 1/10.000): hepatitis (algunos casos de hepatitis han sido mortales), ictericia. Rara: Lesión hepática. Trastornos de la piel y del tejido subcutáneo: Muy raras ( < 1/10.000): edema, equimosis, prurito, púrpura, erupciones cutáneas, sudoración, alopecia, necrolisis epidérmica, eritema polimorfo, eritema nudoso, exantema fijo medicamentoso, liquen plano, reacción pustulosa, erupciones cutáneas, lupus eritematoso sistémico, reacciones ampollosas incluyendo el Síndrome de Stevens Johnson y la Necrolisis Epidérmica Tóxica, urticaria, reacciones de fotosensibilidad incluyendo casos raros en que la piel toma un aspecto de porfiria cutánea tarda (pseudoporfiria) o de epidermólisis ampollosa. Si se produce fragilidad cutánea, formación de flictenas u otros síntomas indicativos de pseudoporfiria, debe suspenderse el tratamiento y vigilar al paciente. Trastornos musculoesqueléticos, del tejido conjuntivo y de los huesos: Muy raras ( < 1/10.000): mialgia, astenia muscular. Trastornos renales y urinarios: Muy raras ( < 1/10.000): hematuria, nefritis intersticial, síndrome nefrótico, renopatía, insuficiencia renal, necrosis papilar renal. Trastornos del aparato reproductor y de la mama: Muy raras ( < 1/10.000): infertilidad. Trastornos generales y alteraciones en el lugar de la administración: Muy raras ( < 1/10.000): malestar general, pirexia (escalofríos y fiebre), sed, dolor de garganta. Exploraciones complementarias: Muy raras ( < 1/10.000): valores anómalos de pruebas funcionales hepáticas, creatinina sérica elevada, hiperpotasemia.
Precauciones.
Hemorragias gastrointestinales, úlceras y perforaciones: Durante el tratamiento con antiinflamatorios no esteroideos (AINE), entre los que se encuentra el naproxeno se han notificado hemorragias gastrointestinales, úlceras y perforaciones (que pueden ser mortales) en cualquier momento del mismo, con o sin síntomas previos de alerta y con o sin antecedentes de acontecimientos gastrointestinales graves previos. El riesgo de hemorragia gastrointestinal, úlcera o perforación es mayor cuando se utilizan dosis crecientes de AINE, en pacientes con antecedentes de úlcera, especialmente si eran úlceras complicadas con hemorragia o perforación, y en los ancianos. Estos pacientes deben comenzar el tratamiento con la dosis menor posible. Se recomienda prescribir a estos pacientes tratamiento concomitante con agentes protectores (p.e. misoprostol o inhibidores de la bomba de protones); dicho tratamiento combinado también debería considerarse en el caso de pacientes que precisen dosis baja de ácido acetilsalicílico u otros medicamentos que puedan aumentar el riesgo gastrointestinal. Se debe advertir a los pacientes con antecedentes de toxicidad gastrointestinal, y en especial a los ancianos, que comuniquen inmediatamente al médico cualquier síntoma abdominal infrecuente (especialmente los de sangrado gastrointestinal) durante el tratamiento y en particular en los estadios iniciales. Se debe recomendar una precaución especial a aquellos pacientes que reciben tratamientos concomitantes que podrían elevar el riesgo de úlcera o sangrado gastrointestinal como los anticoagulantes orales del tipo dicumarínicos, y los medicamentos antiagregantes plaquetarios del tipo ácido acetilsalicílico. Asimismo, se debe mantener cierta precaución en la administración concomitante de corticoides orales y de antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Si se produjera una hemorragia gastrointestinal o una úlcera en pacientes en tratamiento con NAPROXENO el tratamiento debe suspenderse inmediatamente. Los AINE deben administrarse con precaución en pacientes con antecedentes de colitis ulcerosa, o enfermedad de Crohn pues podrían exacerbar dicha patología. Riesgos cardiovasculares y cerebrovasculares: Se debe tener una precaución especial en pacientes con antecedentes de hipertensión y/o insuficiencia cardiaca, ya que se ha notificado retención de líquidos y edema en asociación con el tratamiento con AINE. Datos procedentes de ensayos clínicos y de estudios epidemiológicos sugieren que el empleo de algunos AINE (especialmente en dosis altas y en tratamientos de larga duración) puede asociarse con un moderado aumento del riesgo de acontecimientos aterotrombóticos (por ejemplo infarto de miocardio o ictus). Los datos sugieren que el uso de naproxeno a dosis de 1.000 mg diarios puede asociarse con un menor riesgo que los medicamentos inhibidores selectivos de la ciclo-oxigenasa 2 (Coxib) y que otros AINE tradicionales, aunque, no se puede excluir cierto grado de riesgo. En consecuencia, los pacientes que presenten hipertensión no controlada, insuficiencia cardiaca congestiva, enfermedad coronaria establecida, arteriopatía periférica y/o antecedente de accidente cerebrovascular (incluyendo el accidente isquémico transitorio) sólo deberían recibir tratamiento con naproxeno luego de un examen exhaustivo y si el médico juzga que la relación beneficio-riesgo para el paciente es favorable. Esta misma valoración debería realizarse antes de iniciar un tratamiento de larga duración en pacientes con factores de riesgo cardiovascular conocidos (p.e. hipertensión, hiperlipidemia, diabetes mellitus, fumadores). Riesgo de reacciones cutáneas graves: Se han descrito reacciones cutáneas graves, algunas mortales, incluyendo dermatitis exfoliativa, síndrome de Stevens-Johnson, y necrolisis epidérmica tóxica con una frecuencia muy rara, en asociación con la utilización de AINE. Parece que los pacientes tienen mayor riesgo de sufrir estas reacciones al comienzo del tratamiento: la aparición de dicha reacción adversa ocurre en la mayoría de los casos durante el primer mes de tratamiento. Debe suspenderse inmediatamente la administración de naproxeno ante los primeros síntomas de eritema cutáneo, lesiones mucosas u otros signos de hipersensibilidad. Efectos renales: Se han descrito disfunción renal, insuficiencia renal, nefritis intersticial aguda, hematuria, proteinuria, necrosis papilar y, ocasionalmente, síndrome nefrótico en asociación con el uso de productos que contenían naproxeno. Como otros AINE, los productos que contengan naproxeno deben utilizarse con precaución en los pacientes con disfunción renal o antecedentes de renopatía, ya que el naproxeno inhibe la síntesis de las prostaglandinas. De igual modo, debe procederse con cautela en presencia de trastornos causantes de la disminución de la volemia o del flujo sanguíneo renal en los que las prostaglandinas renales contribuyan al mantenimiento de la perfusión renal. En tales pacientes, los productos que contienen naproxeno u otros AINE pueden causar una reducción dosis-dependiente de la síntesis renal de prostaglandinas y precipitar así una descompensación o una insuficiencia renal manifiesta. Los pacientes en mayor riesgo de sufrir esta reacción son los que presentan insuficiencia renal, hipovolemia, insuficiencia cardiaca, insuficiencia hepática o depleción salina, así como los tratados con diuréticos y los ancianos. Por lo general, el estado basal se restablece tras la retirada del naproxeno. En tales pacientes han de utilizarse con gran precaución los productos que contengan naproxeno, y conviene vigilar la concentración de creatinina sérica y/o el aclaramiento de creatinina. Debe evaluarse la posibilidad de una reducción de la dosis diaria para evitar que puedan acumularse demasiados metabolitos del naproxeno. Los productos con naproxeno no están recomendados para pacientes con un aclaramiento basal de creatinina inferior a 20 ml/min, puesto que se ha observado en ellos una acumulación de metabolitos del naproxeno. La hemodiálisis no disminuye la concentración de naproxeno en plasma, por su alto grado de unión a proteínas. Se recomienda suspender temporalmente el tratamiento con naproxeno durante las 48 horas previas a la realización de pruebas de la función suprarrenal, ya que el naproxeno puede interferir en algunas pruebas de detección de esteroides 17-cetógenos creando artefactos. De igual manera, naproxeno puede interferir en algunas pruebas de detección del ácido 5- hidroxiindolacético (5HIAA). Efectos hematológicos: El naproxeno reduce la agregación plaquetaria y prolonga el tiempo de hemorragia. El tratamiento con productos que contengan naproxeno exige una estrecha vigilancia de los pacientes con trastornos de la coagulación o en tratamiento con fármacos que alteren la hemostasis. Los pacientes en riesgo elevado de hemorragia o en terapia anticoagulante total (p. ej.: derivados dicumarólicos o heparina) pueden correr un mayor peligro de hemorragia si les administra concomitantemente naproxeno. Reacciones anafilácticas: Pueden producirse reacciones anafilácticas, con independencia de que existan antecedentes de hipersensibilidad o exposición al ácido acetilsalicílico, otros AINE o productos con naproxeno en su composición. También pueden presentarse en pacientes con historia de angioedema, reactividad broncoespástica (p. ej.: asma), rinitis o pólipos nasales. Estas reacciones pueden tener un desenlace fatal. Efectos hepáticos: Al igual que con otros AINE, pueden aumentar los valores de algunas pruebas de la función hepática. Las anomalías hepáticas pueden deberse más a hipersensibilidad que a un efecto tóxico directo. Con el naproxeno, como con otros AINE, se han descrito reacciones hepáticas graves, incluidas ictericia y hepatitis (algunos casos de hepatitis han sido mortales). También se ha observado reactividad cruzada. En pacientes con enfermedad hepática debida a alcoholismo crónico, y probablemente otras formas de cirrosis hepática, se recomienda administrar la dosis mínima efectiva, puesto que en estos casos se ha observado una disminución de la concentración total de naproxeno en plasma ligada a un aumento de su fracción libre, sin que se conozca la implicación que ello pueda tener. Efectos antipiréticos: Dada la acción antipirética y antiinflamatoria del naproxeno, la fiebre y la inflamación pueden perder parcialmente su utilidad diagnóstica. Efectos oculares: Los estudios realizados no han revelado cambios oftalmológicos atribuibles a la administración de naproxeno. En raras ocasiones se han descrito en pacientes tratados con AINE, naproxeno inclusive, graves trastornos oftalmológicos, como papilitis, neuritis retrobulbar y edema de la papila, aunque no ha podido establecer una relación causal. Por lo tanto, en caso de trastornos de la visión durante la terapia con productos que contengan naproxeno, debe efectuarse un examen oftalmológico. Ancianos: Los ancianos sufren una mayor incidencia de reacciones adversas a los AINE, y concretamente hemorragias y perforación gastrointestinales, que pueden ser mortales. Por ello en este grupo de pacientes conviene reducir la dosis hasta el límite inferior del intervalo posológico recomendado. Retención de líquidos: Retención de líquidos con posibilidad de edema, de hipertensión arterial (HTA) o de aumento de la hipertensión arterial, agravación de insuficiencia cardíaca. Es necesaria la supervisión clínica desde el inicio del tratamiento en el caso de HTA o de insuficiencia cardíaca. Es posible una disminución del efecto de anti-hipertensores. Hiperkalemia: La hiperkalemia puede ser favorecida por diabetes o por un tratamiento concomitante con medicamentos hiperkalemiantes. Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción: Riesgo ligado a la hiperkalemia: Algunos medicamentos como sales de potasio, diuréticos hiperkalemiantes, inhibidores de la enzima de conversión, antagonistas de angiotensina II, antiinfalamtorios no esteroides, heparinas (de bajo peso molecular o no fraccionadas), inmunosupresores como ciclosporinas o tacrolimus, la trimetoprima aumentan el riesgo de hiperkalemia. Este riesgo es particularmente importante con diuréticos ahorradores de potasio, especialmente si están asociados entre ellos o con sales de potasio, mientras que la asociación de un inhibidor de la enzima de conversión de la angiotensina (IECA) y de una AINE, por ejemplo, es de menor riesgo desde el momento que se toman las precauciones recomendadas. La administración concomitante de antiácidos o colestiramina puede retardar la absorción de naproxeno pero no afecta al grado de absorción. La ingestión concomitante de alimentos puede retardar la absorción de naproxeno pero no afecta al grado de absorción. Dada su intensa fijación a la albúmina sérica, teóricamente el naproxeno puede interactuar con otros fármacos que se unan a la albúmina, como los anticoagulantes cumarínicos, las sulfonilureas, las hidantoínas y otros AINE, incluido el ácido acetilsalicílico. Se vigilará a los pacientes tratados simultáneamente con una hidantoína, una sulfonamida o una sulforilurea, por si fuera necesario ajustar la dosis. Los AINE pueden aumentar los efectos de los anticoagulantes tipo dicumarínico. Los antiagregantes plaquetarios aumentan el riesgo de hemorragia gastrointestinal. Administrado simultáneamente, el probenecid aumenta la concentración plasmática de naproxeno y prolonga considerablemente su semivida plasmática; por ello, esta asociación farmacológica exige cautela. La administración concomitante de metotrexato debe efectuarse asimismo con precaución, ya que se ha observado que el naproxeno y otros inhibidores de la síntesis de las prostaglandinas disminuyen el aclaramiento de metotrexato, lo cual podría potenciar su toxicidad. Como otros AINE, el naproxeno puede inhibir el efecto natriurético de la furosemida. Se ha observado inhibición del aclaramiento renal del litio, lo que condujo a un aumento de concentración plasmática. El naproxeno puede reducir el efecto antihipertensor de los betabloqueantes. Al igual que otros AINEs, el naproxeno puede incrementar el riesgo de insuficiencia renal asociada al uso con inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina. Los Corticoides pueden también aumentar el riesgo de úlcera o sangrado gastrointestinales. Si se reduce o retira la administración de esteroides durante el tratamiento con NAPROXENO, la disminución de la dosis de esteroides debe ser lenta y los pacientes han de ser vigilados estrechamente para detectar cualquier indicio de efectos secundarios, incluida una insuficiencia renal o una exacerbación de los síntomas de artritis. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) pueden también aumentar el riesgo de sangrados gastrointestinales. Debido a la disminución del clearance renal por los AINE, aumenta el riesgo de toxicidad del Pemetrexed. El uso concomitante con Deferasirox aumenta el riesgo de úlcera y hemorragia digestiva. Embarazo y lactancia: Embarazo: Al igual que otras drogas de este tipo, el naproxeno retarda el parto en animales de laboratorio y también afecta el sistema cardiovascular fetal (cierre del ductus arterioso). Por lo tanto, el naproxeno no deberá usarse durante el embarazo, a menos que sea absolutamente necesario. El uso de naproxeno durante el embarazo requiere una evaluación de los beneficios posibles frente a los riesgos potenciales para la madre y el feto, especialmente durante el primer y tercer trimestres. Lactancia: Se ha detectado el anión naproxeno en la leche de las madres lactantes. Considerando los posibles efectos secundarios de los inhibidores de las prostaglandinas en los recién nacidos, no se recomienda su administración a madres lactantes. Efectos sobre la capacidad para conducir y utilizar maquinaria: Algunos pacientes experimentan somnolencia, mareo, vértigo, insomnio o depresión durante el tratamiento con naproxeno. Los afectados por estos u otros efectos similares deberán ser precavidos a la hora de desempeñar actividades que requieran gran atención. Debe utilizarse con precaución en pacientes cuya actividad requiera atención y que hayan observado vértigo o alteraciones visuales durante el tratamiento con este fármaco.
Conservación.
Conservar entre 15 y 30°C, en su estuche original.
Sobredosificación.
Una sobredosis importante de naproxeno puede cursar con mareo, acidez, indigestión, náuseas o vómitos. Algunos pacientes han experimentado convulsiones, pero se desconoce la relación que ello pueda tener con el medicamento. Ante una sobredosis accidental o voluntaria de Naproxeno debe procederse al lavado gástrico y aplicación de los cuidados habituales. Los estudios toxicológicos indican que la administración rápida de carbón activado en cantidades adecuadas, tiende a reducir significativamente la absorción del naproxeno. La hemodiálisis no disminuye la concentración plasmática del naproxeno debido a su elevada unión a las proteínas plasmáticas. Ante la eventualidad de una sobredosificación, concurrir al hospital más cercano o comunicarse a los Centros de Toxicología: Hospital de Pediatría Ricardo Gutierrez:(011) 4962-6666/2247. Hospital A. Posadas: (011) 4654-6648 / 4658-7777.
Presentación.
NAPRUX AP 750: Envases conteniendo 10, 30 y 60 comprimidos.
Nota.
Esta publicación es parcial. Se recomienda consultar el respectivo prospecto.