HIPOGLUT® MET
GADOR
Antidiabético. Agente hipoglucemiante y antihiperglucémico oral.
Composición.
Cada comprimido recubierto de HIPOGLUT® MET 2-500 contiene: Glimepirida 2 mg, Metformina clorhidrato 500 mg. Excipientes: PVP, Almidón de maíz, Croscaramelosa sódica, Dióxido de silicio coloidal, Celulosa microcristalina, Estearato de magnesio, Opadry II 85F28751 blanco1), Vainillina, Sacarina sódica, Óxido de hierro amarillo, Óxido de hierro rojo, Opaglos GS 2-07002) c.s. 1) Compuesto por: Alcohol polivinílico, Dióxido de titanio, Polietilenglicol, Talco. 2) Compuesto por: Etanol/metanol, Goma laca, Goma carnauba, Cera blanca. Cada comprimido recubierto de HIPOGLUT® MET 2-1000 contiene: Glimepirida 2 mg, Metformina clorhidrato 1000 mg. Excipientes: PVP, Almidón de maíz, Croscaramelosa sódica, Dióxido de silicio coloidal, Celulosa microcristalina, Estearato de magnesio, Opadry II 85F28751 blanco1), Vainillina, Sacarina sódica, Opaglos GS 2-07002) c.s. 1) Compuesto por: Alcohol polivinílico, Dióxido de titanio, Polietilenglicol, Talco. 2) Compuesto por: Etanol/metanol, Goma laca, Goma carnauba, Cera blanca. Cada comprimido recubierto de HIPOGLUT® MET 4-1000 contiene: Glimepirida 4 mg, Metformina clorhidrato 1000 mg. Excipientes: PVP, Almidón de maíz, Croscaramelosa sódica, Dióxido de silicio coloidal, Celulosa microcristalina, Estearato de magnesio, Opadry II 85F28751 blanco1), Vainillina, Sacarina sódica, Óxido de hierro amarillo, Opaglos GS 2-07002) c.s. 1) Compuesto por: Alcohol polivinílico, Dióxido de titanio, Polietilenglicol, Talco. 2) Compuesto por: Etanol/metanol, Goma laca, Goma carnauba, Cera blanca.
Farmacología.
Farmacodinamia: Glimepirida: Modo de acción: La Glimepirida disminuye la concentración de glucosa en sangre (tanto en personas sanas como en pacientes con diabetes mellitus tipo 2), principalmente por la estimulación de la liberación de insulina de las células beta pancreáticas. Este efecto se basa, predominantemente, en una respuesta mejorada de las células beta pancreáticas al estímulo fisiológico de la glucosa. Aún logrando una reducción equivalente de la glucosa sanguínea, la administración de dosis bajas de Glimepirida a animales y a voluntarios sanos produce la liberación de cantidades más pequeñas de insulina (comparando con glibenclamida). Este hecho señala la existencia de efectos extrapancreáticos de la Glimepirida (insulino-sensibilizadores e insulino-miméticos). Más aún, comparada con otras sulfonilureas, la Glimepirida tiene menor efecto sobre el sistema cardiovascular. Reduce la agregación plaquetaria (datos en animales e in vitro) y lleva a una disminución marcada de la formación de placas ateroscleróticas (datos en animales). Liberación de insulina: como todas las sulfonilureas, la Glimepirida regula la secreción de insulina por interacción con el canal de potasio ATP-sensible en las células beta de la membrana. A diferencia de otras sulfonilureas, la Glimepirida se une específicamente a la proteína 65kDa ubicada en la membrana de la célula beta. Esta interacción de la Glimepirida con su proteína ligante determina la probabilidad de que el canal de potasio ATP-sensible pueda abrirse o cerrarse. La Glimepirida cierra el canal de potasio. Esto induce la despolarización de la célula beta y resulta en la apertura de los canales de calcio voltaje-sensitivos, produciéndose así el ingreso de calcio a la célula. El incremento de la concentración intracelular de calcio activa la liberación de insulina por exocitosis. La Glimepirida se une y desune a su proteína ligante mucho más rápidamente y, por lo tanto, más frecuentemente que la glibenclamida. Se asume que esta alta velocidad característica del intercambio con la proteína ligante es la responsable de su efecto sensibilizador de glucosa y de la protección de las células beta de la desensibilización y del agotamiento prematuro. Efecto insulino-sensibilízante: la Glimepirida aumenta la acción de la insulina sobre la captación periférica de glucosa (datos en humanos y en animales). Efecto insulino-mimético: la Glimepirida mimetiza la acción de la insulina sobre la captación periférica de glucosa y sobre la producción de glucosa hepática. La captación periférica de glucosa ocurre por su transporte hacia el interior de las células musculares y grasas. La Glimepirida incrementa directamente el número de moléculas transportadoras de glucosa en las membranas plasmáticas de las células musculares y grasas. El mayor ingreso de glucosa produce la activación de la glicosilfosfatidilinositol-fosfolipasa C específica. Como consecuencia, los niveles de cAMP celular decrecen, causando la reducción de la actividad de la proteinquinasa A; esto, a su vez, produce la estimulación del metabolismo de la glucosa. La Glimepirida inhibe la producción hepática de glucosa aumentando la concentración de fructosa-2,6-bifosfato (que es un inhibidor de la glucogénesis). Efectos sobre la agregación plaquetaria y sobre la formación de placas ateroscleróticas: la Glimepirida reduce la agregación plaquetaria in vitro e in vivo. Este efecto es, probablemente, resultado de una inhibición selectiva de la ciclooxigenasa (que es la responsable de la formación de tromboxano A, un importante factor endógeno de agregación plaquetaria). La Glimepirida reduce significativamente la formación de placas ateroscleróticas en animales. El mecanismo no ha sido determinado todavía. Efectos cardiovasculares: a través de los canales de potasio ATP-sensibles, las sulfonilureas afectan también el sistema cardiovascular. Comparada con las sulfonilureas convencionales, la Glimepirida tiene efecto significativamente menor sobre el sistema cardiovascular (datos en animales). Esto podría ser explicado por la naturaleza específica de su interacción con la proteína ligante del canal de potasio ATP-sensible. b) Características farmacodinámicas: En personas sanas, la dosis oral mínima efectiva es aprox. 0,6 mg. El efecto de Glimepirida es dosis dependiente y reproducible. La respuesta fisiológica al ejercicio físico intenso (reducción de la secreción de insulina) sigue existiendo en presencia de Glimepirida. No hubo ninguna diferencia significativa en el efecto cuando la droga se administró 30 minutos o inmediatamente antes de la comida. En pacientes diabéticos puede lograrse buen control metabólico durante 24 horas con una dosis única. Más aún, en un estudio clínico, se logró buen control metabólico en 12 de 16 pacientes con insuficiencia renal (clearance de creatinina: 4 a 79 ml/min.). Aunque el "hidroxi" metabolito de la Glimepirida causa pequeño pero importante decrecimiento de la glucosa sérica en personas sanas, este hecho explica solamente una parte menor del efecto total de la droga. Tratamiento combinado con insulina: en pacientes no controlados adecuadamente con la dosificación máxima de Glimepirida se puede iniciar terapia concomitante con insulina. En dos estudios, la combinación logró igual control metabólico que la insulina por si sola; sin embargo, se necesitó una dosis promedio de Insulina más baja en el caso de terapia combinada. Metformina: La Metformina es un agente antihiperglucémico que mejora la tolerancia a la glucosa en pacientes con diabetes tipo 2, disminuyendo tanto los niveles basales como postprandiales de glucosa. A diferencia de las sulfonilureas, la Metformina no provoca hipoglucemia ni en sujetos normales ni en pacientes con diabetes tipo 2 (excepto en circunstancias especiales -Ver Precauciones-) como tampoco causa hiperinsulinemia. a) Modo y mecanismo de acción: No se conoce con exactitud el mecanismo de acción de la Metformina; no obstante, se sabe que el compuesto actúa de modo distinto a otros antihiperglucemiantes orales. Algunas acciones que podrían explicar su actividad antihiperglucemiante incluyen: disminución de la producción hepática de glucosa, disminución de la absorción intestinal de glucosa y mejora en la sensibilidad periférica a la insulina por incremento de la captación y utilización de glucosa. Farmacocinética: Glimepirida: La ingesta de alimentos no tiene influencia relevante en la absorción. Las concentraciones séricas máximas (Cmáx) se alcanzan aproximadamente 2,5 horas después de la ingestión oral (309 ng/ml durante la dosificación múltiple de 4 mg diarios) y hay una relación lineal entre "Cmáx" y "AUC" (área bajo la curva "tiempo/concentración", por sus siglas en inglés). El volumen de distribución (aprox. 8,8 litros) de Glimepirida es muy bajo (es igual, de un modo general, al espacio de distribución de albúmina). La Glimepirida se liga a proteínas en más del 99% y tiene bajo clearance (aprox. 48 ml/min.). La vida-media promedio dominante en suero, que es de relevancia para las concentraciones séricas bajo condiciones de múltiples dosis, es de alrededor de 5 a 8 horas. Se notaron vidas-media apenas un poco más largas después de dosis altas. Después de una dosis simple de Glimepirida radiomarcada, se recobró el 58% de la radioactividad en orina y 35% en heces. No se detectó droga sin cambios en orina. Fueron identificados dos metabolitos (con mayor probabilidad resultantes del metabolismo hepático, cuya principal enzima es el CYP2C9), ambos en orina y heces: el "hidroxi" derivado y el "carboxi" derivado. Después de administración oral de Glimepirida, las vidas-media terminales de estos metabolitos fueron 3 a 6 y 5 a 6 horas, respectivamente. La comparación de la misma dosificación diaria total administrada en dosis única o en varias dosis no reveló diferencias significativas en la farmacocinética y la variabilidad intraindividual fue muy baja. Tampoco hubo acumulación relevante. La farmacocinética fue similar entre pacientes hombres y mujeres, y entre jóvenes y ancianos (mayores de 65 años). En pacientes con bajo clearance de creatinina hubo tendencia al incremento del clearance de Glimepirida y al decrecimiento de su concentración sérica promedio, con mayor probabilidad resultante de una eliminación más rápida (debida a una unión más baja a proteínas). La eliminación renal de los dos metabolitos fue deficiente. A pesar de todo, no debe asumirse ningún riesgo adicional de acumulación en tales pacientes. No se sabe si la Glimepirida es dializable. La farmacocinética en cinco pacientes no diabéticos después de cirugía de conducto biliar fue similar a la observada en personas sanas. En animales, la Glimepirida se excreta en la leche materna. Metformina: La biodisponibilidad absoluta de una dosis de 500 mg de Metformina administrada en ayunas fue de aproximadamente 50-60%. Estudios en los cuales se utilizaron dosis orales únicas de 500 a 1500 mg y 850 a 2550 mg de Metformina, indicaron ausencia de proporcionalidad de biodisponibilidad en relación a la dosis, lo cual sería debido más a disminución de la absorción que a alteración en la eliminación. Los alimentos disminuyen la magnitud y retardan la absorción de Metformina, tal como lo evidencia una disminución de aproximadamente el 40% en los niveles plasmáticos pico, una reducción de alrededor del 25% en la AUC y un retardo de unos 45 minutos en el tiempo a la concentración plasmática pico luego de la administración de una dosis única de 850 mg de Metformina acompañando a la comida, comparando con los mismos parámetros para igual dosis en condiciones de ayuno. La traducción clínica de estas alteraciones no es conocida. El volumen aparente de distribución de la Metformina, luego de una dosis única de 850 mg fue de 654 ± 358 L. La Metformina prácticamente no se combina con las proteínas plasmáticas y puede ser ubicada dentro de eritrocitos, muy probablemente en función del tiempo. Siguiendo dosis y esquemas posológicos habituales, los niveles plasmáticos de equilibrio (steady-state) se alcanzan en 24-48 horas y son generalmente menores a 1 mg/mL. Durante ensayos clínicos controlados, los niveles plasmáticos de Metformina no excedieron los 5 ug/mL. La Metformina se excreta sin metabolizar en orina (no se han identificado metabolitos en humanos). Asimismo no sigue metabolismo hepático ni excreción biliar. El clearance renal es aproximadamente 3,5 veces mayor que el de creatinina lo que indica que la secreción tubular sería la principal vía de eliminación de Metformina. Luego de la administración oral, aproximadamente el 90% de la droga absorbida se elimina por vía renal dentro de las primeras 24 horas, su vida media de eliminación es de alrededor de 6.2 horas. La vida media de eliminación hemática es de aproximadamente 17.6 horas, lo que sugiere que la masa eritrocitaria podría ser un compartimiento de distribución. Poblaciones especiales: Pacientes con insuficiencia renal: en pacientes con disminución de la función renal (basado en clearance de creatinina), las concentraciones plasmáticas de la Metformina aumentan y su vida media hemática se prolonga asimismo su clearance renal disminuye en función del clearance de creatinina (Ver Contraindicaciones y Advertencias). Insuficiencia hepática: no se han conducido estudios farmacocinéticos de Metformina en pacientes con insuficiencia hepática. Ancianos: los datos limitados de estudios farmacocinéticos controlados de Metformina en ancianos sanos sugieren que el clearance plasmático total disminuye, la vida media aumenta y la Cmáx aumenta en comparación con valores de adultos sanos. De estos datos podría inferirse que las modificaciones farmacocinéticas de la Metformina en relación con la edad podrían obedecer a cambios en la función renal. Niños: luego de la administración de una dosis oral única de 500 mg de Metformina acompañando a los alimentos, el promedio de Cmáx y AUC difirieron en menos de un 5% en pacientes diabéticos tipo 2 con edades comprendidas entre 12 y 16 años; de las correspondientes a adultos sanos de entre 20 a 45 años de edad apareados por sexo y edad, todos ellos con función renal normal. Sexo: los parámetros farmacocinéticos de la Metformina no difieren significativamente entre sujetos sanos y pacientes con diabetes tipo 2 de acuerdo al sexo (hombres = 19, mujeres = 16). De un modo semejante, en pacientes con diabetes tipo 2, el efecto antihiperglucémico de la Metformina fue comparable entre hombres y mujeres. Etnia: No se han llevado a cabo estudios farmacocinéticos de Metformina en relación con la raza. En ensayos clínicos controlados, el efecto antihiperglucémico de la Metformina fue comparable en población blanca (n=249) e hispana (n=24).
Indicaciones.
Diabetes mellitus (tipo 2), cuando el nivel de glucosa no puede controlarse en forma adecuada únicamente con dieta, ejercicio físico o reducción de peso. En caso de que la monoterapia con glimepirida o metformina no resulta en un nivel adecuado de control glucémico. Reemplazo de la terapia combinada de glimepirida y metformina. HIPOGLUT® MET puede ser administrado en combinación con antidiabéticos orales no betacitotróficos. HIPOGLUT® MET puede ser usado también junto con insulina. HIPOGLUT® MET no es adecuado para el tratamiento de diabetes mellitus tipo 1 insulinodependiente (por ej. para el tratamiento de diabéticos con antecedentes de cetoacidosis). Tampoco es adecuado para el tratamiento de cetoacidosis diabética o de coma o precoma diabéticos.
Dosificación.
La dosificación de drogas antidiabéticas debería ser individualizada por el médico tratante en función de las características del paciente y del nivel de glucosa en sangre. Generalmente, se debería recomendar el inicio del tratamiento con la menor dosis efectiva, seguida de aumento de la dosis, dependiendo de los niveles de glucosa en sangre del paciente. Para esto debería ser realizado un monitoreo adecuado de los niveles de glucosa en sangre y orina. Además, se recomienda realizar regularmente la determinación de hemoglobina glicosilada. HIPOGLUT® MET debería ser administrado una o dos veces por día antes o durante las comidas. Cuando se realiza el cambio de una terapia combinada de Glimepirida más Metformina en comprimidos separados por HIPOGLUT® MET, éste debería ser administrado sobre la base de la dosis actualmente ingerida. El olvido de la ingesta de una dosis nunca debe ser corregido incrementando la dosis siguiente. Las medidas para solucionar errores (especialmente olvido de una dosis, saltear una comida o cuando la dosis no puede ingerirse en el horario prescripto) deben ser acordadas de antemano entre médico y paciente. Distribución de las dosis: Se recomienda ingerir esta dosis inmediatamente antes de un desayuno sustancioso o, si no se desayuna, inmediatamente antes de la primera comida principal. Es muy importante no saltear comidas una vez que se ha tomado HIPOGLUT® MET. Los requerimientos de HIPOGLUT® MET podrían caer (a medida que avanza el tratamiento) debido a que un mejoramiento en el control de la diabetes está (por si mismo) asociado con sensibilidad más alta a la insulina. Por lo tanto, debe considerarse oportunamente la reducción de la dosis o la suspensión de HIPOGLUT® MET para evitar hipoglucemia. También debe considerarse corrección de la dosificación cada vez que: cambie el peso corporal del paciente; cambie el estilo de vida del paciente; aparezcan otros factores que causen aumento de la susceptibilidad a la hipo- o a la hiperglucemia (Ver Precauciones). Poblaciones especiales: Insuficientes renales: Glimepirida: la información disponible respecto de su uso en pacientes con insuficiencia renal es limitada. Los pacientes con deterioro de la función renal pueden ser más sensibles al efecto reductor del azúcar de Glimepirida (Ver Farmacocinética). Metformina: en pacientes con deficiencia de la función renal (basado en la medida del clearance de creatinina), la vida media de la Metformina esta prolongada y el clearance renal esta disminuido en proporción a la disminución del clearance de creatinina. (Ver Advertencias). Titulación: La dosis diaria debe ajustarse en incrementos de un único comprimido, correspondiente a la dosis más baja (en caso de que varias dosis estén disponibles). Duración del tratamiento: El tratamiento con HIPOGLUT® MET es habitualmente una terapia de larga duración.
Contraindicaciones.
Glimepirida: En pacientes con hipersensibilidad a Glimepirida, a otras sulfonilureas, a otras sulfonamidas o a cualquiera de los excipientes del producto. Durante embarazo o lactancia. No hay experiencia respecto del uso de Glimepirida en pacientes con deterioro severo de la función hepática o en diálisis. En pacientes con deterioro severo de la función hepática se indica la sustitución por insulina, especialmente para alcanzar control metabólico óptimo. Metformina: La Metformina está contraindicada en los siguientes casos: Pacientes con enfermedad o disfunción renal (sugerido por niveles de creatinina sérica de > 135 mmol/L en hombres y > 110 mmol/L en mujeres, o valores anormales de clearance de creatinina) la cual puede deberse a otras condiciones tales como shock, infarto agudo de miocardio y/o septicemia (Ver Precauciones y Advertencias). Pacientes portadores de diabetes mellitus tipo 2 que hayan experimentado falla completa a la terapia con sulfonilureas. Insuficiencia cardíaca congestiva que requiera tratamiento farmacológico; antecedentes de compromiso severo de la función cardiovascular (p. ej.: infarto de miocardio, shock). Enfermedad vascular periférica severa. Antecedentes de trastornos asociados con acidosis láctica como alcoholismo, insuficiencia respiratoria (aguda o crónica), shock o cualquier otra condición determinante de hipoxemia. Severa restricción dietaria menos de 1000 kcal/día o 4200 kJ/día) Deshidratación. Antecedentes de hipersensibilidad a la Metformina o a cualquiera de los integrantes de la fórmula. Acidosis metabólica aguda o crónica, incluyendo cetoacidosis diabética con o sin coma. La cetoacidosis diabética debería ser tratada con insulina. Insuficiencia hepática. Embarazo y lactancia, salvo expresa indicación médica en contrario. La administración de HIPOGLUT® MET debería ser temporariamente discontinuada si el paciente va a ser sometido a estudios radiológicos que impliquen la administración intravascular de sustancias de contraste, en tales circunstancias podría precipitarse una alteración aguda de la función renal. (Ver Precauciones).
Reacciones adversas.
Glimepirida: Trastornos del metabolismo y nutricionales: puede presentarse hipoglucemia como consecuencia, de la acción reductora del nivel de glucosa sanguínea de Glimepirida y podría ser de duración prolongada (según lo que se conoce de otras sulfonilureas). Los posibles síntomas de hipoglucemia son cefaleas, hambre voraz, náuseas, vómitos, laxitud, modorra, sueño desordenado, desasosiego, agresividad, deficiencia en la concentración, alerta y reacción, depresión, confusión, dificultad al hablar, afasia, desórdenes visuales, temblor, paresia, disturbios en los sentidos, vértigo, desamparo, pérdida del control personal, delirio, convulsiones cerebrales, somnolencia y pérdida de conciencia hasta incluyendo estado de coma, respiración superficial y bradicardia. Además, podrían presentarse signos de contrarregulación adrenérgica tales como sudoración, piel pegajosa, ansiedad, taquicardia, hipertensión, palpitaciones, angina de pecho y arritmias cardíacas. El cuadro clínico de un ataque hipoglucémico severo puede parecerse al de un stroke. Los síntomas de hipoglucemia casi siempre desaparecen cuando esta se corrige. Se han reportado con frecuencia desconocida casos de neuropatía periférica en pacientes con deficiencia de vitamina B12 en la experiencia post-comercialización Trastornos oculares: especialmente al comienzo del tratamiento, podría haber deficiencia visual, temporaria debida al cambio del nivel de azúcar en sangre. La causa es la temporaria alteración de la turgencia, y por lo tanto del índice de refracción de los cristalinos (todo esto dependiendo del nivel sanguíneo de glucosa). Trastornos gastrointestinales: pueden presentarse, ocasionalmente, síntomas gastrointestinales tales como náuseas, vómitos, sensación de presión o plenitud en el epigastrio, dolor abdominal y diarrea. En casos aislados, podría presentarse hepatitis, elevación de las enzimas hepáticas y/o colestasis e ictericia que pueden progresar a una insuficiencia hepática con riesgo de muerte pero puede revertirse tras la discontinuación de la glimepirida. Trastornos del sistema sanguíneo y del sistema linfático: podría haber cambios en el esquema sanguíneo. Estos cambios pueden incluir raramente trombocitopenia y en casos aislados leucopenia, anemia hemolítica, eritrocitopenia, granulocitopenia, agranulocitosis o pancitopenia. Se han reportado casos de trombocitopenia grave con recuento de plaquetas inferior a 10000/uI, y púrpura trombocitopénica en la experiencia post-comercialización (frecuencia desconocida). Otras reacciones adversas: ocasionalmente podrían presentarse reacciones alérgicas o seudoalérgicas, por ej.: picazón, urticaria o rash. Tales reacciones moderadas podrían desarrollar a reacciones serias con disnea y caída de la presión sanguínea, llegando algunas veces hasta el shock. Por lo tanto, en caso de urticaria, se debe llamar al médico inmediatamente. En casos aislados, pueden aparecer disminución de la concentración del sodio sérico y vasculitis alérgica o hipersensibilidad de la piel a la luz. Metformina: Los eventos adversos que se presentaron con una frecuencia 25% en 430 pacientes que recibieron Metformina fueron los siguientes: Cefalea, Infección, Diarrea, Dispepsia, Náuseas, Rinitis. Los síntomas gastrointestinales tales como náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal y pérdida del apetito ( > 10%) son muy comunes: estos ocurren con mayor frecuencia durante el inicio de la terapia y se resuelven espontáneamente en la mayoría de los casos. Para prevenir estos síntomas gastrointestinales, se recomienda administrar la metformina en 2 ó 3 dosis diarias durante o después de las comidas. Un lento incremento de la dosis puede también mejorar la tolerabilidad gastrointestinal. Sabor metálico (3%) (común). Leve eritema se ha reportado en algunos individuos hipersensibles. La incidencia de tales efectos es considerada como muy raros menor a 0,01 %). Una disminución de la absorción de vitamina B12 con reducción de los niveles séricos se ha observado en los pacientes que se encuentran en un tratamiento a largo plazo con metformina y en general parece no tener importancia clínica menor al 0,01 %). Acidosis láctica (0,03 casos/1.000 pacientes-año), (muy rara), (véase Advertencias). Anemia hemolítica (desconocida). Reducción del nivel de tirotropina en pacientes con hipotiroidismo, (desconocida), (ver Precauciones). Hipomagnesemia en el contexto de diarrea (desconocida). Encefalopalía (desconocida). Fotosensibilidad (desconocida). En ensayos clínicos controlados la tasa de discontinuación debida a eventos adversos fue del 4.9% de los pacientes. Notificación de Sospecha de Reacciones Adversas: Es importante notificar la sospecha de reacciones adversas al medicamento tras su autorización. Ello permite una supervisión continuada de la relación beneficio/riesgo del medicamento. Se invita a los profesionales sanitarios a notificar las sospechas de reacciones adversas a través del Sistema Nacional de Farmacovigilancia al siguiente link: https://www.argentina.gob.ar/anmat/farmacovigilancia/notificanos/eventosadversos y/o al Departamento de Farmacovigilancia de GADOR S.A., vía email a farmacovigilancia@gador.com o telefónicamente al 0800-220-2273.
Precauciones.
Glimepirida: En las semanas iniciales de tratamiento, el riesgo de hipoglucemia podría estar incrementado y necesitar control especialmente cuidadoso. Los factores que favorecen hipoglucemia son: renuencia o (más comúnmente en pacientes mayores) incapacidad de cooperación; alimentación deficiente, horarios irregulares de comida o saltear comidas; desequilibrio entre el ejercicio físico y la ingesta de carbohidratos alteración de la dieta; consumo de alcohol, especialmente cuando se combina con omisión de comidas; función renal deficiente; deterioro severo de la función hepática; sobredosis de Glimepirida; ciertas alteraciones no compensadas del sistema endócrino que afecten el metabolismo de carbohidratos o la contrarregulación de la hipoglucemia (como, por ejemplo, desórdenes de la función tiroidea e insuficiencia pituitaria anterior o corticoadrenal); administración concomitante con algunos medicamentos (Ver Interacciones); tratamiento con Glimepirida cuando no corresponde a ninguna indicación Podría ser necesario ajustar la dosificación de HIPOGLUT® MET o el tratamiento íntegro si están presentes estos factores de riesgo de hipoglucemia. Esto también se aplica cada vez que se presente alguna enfermedad o que cambie el estilo de vida del paciente. Los síntomas de hipoglucemia que reflejan la contrarregulación adrenérgica del cuerpo (ver Reacciones adversas) podrían ser más suaves o estar ausentes cuando la hipoglucemia se desarrolla gradualmente en ancianos, cuando existe neuropatía autonómica o cuando el paciente está recibiendo tratamiento concomitante con betabloqueantes, clonidina, reserpina, guanetidina u otras drogas simpaticolíticas. Casi siempre la hipoglucemia puede ser rápidamente controlada con la inmediata ingesta de carbohidratos (glucosa o azúcar). Se sabe (por otras sulfonilureas) que, a pesar de contramedidas inicialmente exitosas, la hipoglucemia puede recurrir. Por lo tanto, los pacientes deberán permanecer bajo riguroso control. La hipoglucemia severa además requiere tratamiento inmediato y posterior seguimiento con un médico, también -en ciertas circunstancias- con internación del paciente. El alerta y las reacciones podrían estar deteriorados debido a hipo o hiperglucemia, especialmente al principio del tratamiento, cuando este se modifica o cuando HIPOGLUT® MET no es ingerido regularmente. Esto podría, por ejemplo, afectar la capacidad para conducir o para operar maquinarias. El tratamiento con sulfonilureas de pacientes con déficit de glucosa-6-fosfatasa puede desencadenar una anemia hemolítica. Dado que glimepirida pertenece a la clase de agentes sulfonilureicos, se debe tener precaución en pacientes con déficit de glucosa-6-fosfatasa y una alternativa distinta a las sulfonilureas debiera ser considerada. Metformina: Estudios radiológicos que impliquen la administración intravascular de sustancias de contraste radiológico (p. ej.: urograma excretor, colangiografía intravenosa, tomografía computada, etc.): el empleo de sustancias de contraste iodadas que pueden alterar en forma aguda la función renal se ha relacionado con acidosis láctica en pacientes bajo tratamiento con Metformina (Ver Contraindicaciones). En consecuencia, en aquellos pacientes en que dichos estudios se hallen planificados, debería interrumpirse la administración de HIPOGLUT® MET al menos 48 horas antes de realizar los mismos y esperar igual lapso antes de reinstituir la administración de HIPOGLUT® MET luego de verificar el buen funcionamiento renal. Estados hipóxicos: el shock de cualquier causa, insuficiencia cardíaca congestiva aguda, infarto agudo de miocardio y otras condiciones caracterizadas por hipoxemia, se han correlacionado con acidosis láctica y pueden además ser causa de hiperazoemia prerrenal. De presentarse alguno de esos cuadros, la administración de HIPOGLUT® MET deberá ser suspendida de inmediato. Procedimientos quirúrgicos: la administración de HIPOGLUT® MET deberia ser suspendida 48 horas antes de realizar cualquier procedimiento quirúrgico que requiera anestesia general (excepto procedimientos menores no asociados con la restricción de la ingesta de alimentos y agua). Asimismo el tratamiento no debería reinstituirse hasta que se recupere la posibilidad de ingesta oral y se verifique el normal funcionamiento renal. Ingesta de alcohol: el alcohol puede potenciar la actividad de la Metformina sobre el metabolismo del lactato. Los pacientes deberán ser advertidos sobre las eventuales consecuencias del consumo agudo o crónico de alcohol mientras se encuentren bajo tratamiento con HIPOGLUT® MET. Como norma general, debería evitarse la ingesta de alcohol mientras el paciente se encuentre recibiendo Metformina. Pacientes con hipotiroidismo: Se recomienda un monitoreo regular de los niveles de la hormona estimulante de la tiroides (TSH) en pacientes con hipotiroidismo (Ver Reacciones Adversas). Alteración de la función hepática: ya que la alteración del funcionamiento hepático se ha asociado en ocasiones con acidosis láctica, la administración de Metformina debería evitarse en individuos con evidencia clínica o de laboratorio de afección hepátíca. Función renal: ya que la metformina se excreta por el riñón, los niveles séricos de creatinina deben determinarse antes de iniciar el tratamiento y, posteriormente, con regularidad: por lo menos una vez al año en pacientes con función renal normal, por lo menos dos a cuatro veces al año en pacientes con niveles de creatinina sérica en el límite de lo normal y en sujetos de edad avanzada. Disminución de la función renal en pacientes de edad avanzada es frecuente y asintomática. Debe tenerse especial cuidado en situaciones en las que la función renal puede estar alterada, por ejemplo, al iniciar la terapia antihipertensiva o terapia diurética y al iniciar el tratamiento con un AINE. Niveles de vitamina B12: la Metformina puede disminuir los niveles de vitamina B12 en aproximadamente el 7% de los pacientes bajo tratamiento, sin evidencia clínica de anemia. Esto probablemente obedecería a disminución de la absorción de vitamina B12. Tal alteración es rápidamente reversible tras la suspensión del tratamiento o la administración de vitamina B12. Se recomienda control frecuente de los índices hemáticos. Ciertos individuos como aquellos con trastornos de la absorción de vitamina B12 o calcio parecen estar más predispuestos al desarrollo de valores subnormales de vitamina B12. En tales pacientes se sugiere controles cada 2 a 3 años de los niveles de vitamina B12. El tratamiento a largo plazo con metformina se ha asociado con una disminución en los niveles séricos de vitamina B12, que puede causar neuropatía periférica. Se recomienda el monitoreo del nivel de vitamina B12 (Ver Reacciones adversas). Cambios en el cuadro clínico de diabéticos tipo 2 previamente bien controlados: en pacientes que desarrollen anomalías clínicas o de laboratorio (particularmente aquellas mal definidas o inespecíficas) deberían ser evaluados en búsqueda de cetoacidosis o acidosis láctica. Si se verificara la existencia de acidosis, la administración de HIPOGLUT® MET deberá ser inmediatamente suspendida al tiempo que se inicia el tratamiento adecuado (Ver Advertencias). Hipoglucemia: habitualmente no se presenta hipoglucemia en pacientes que se encuentren recibiendo Metformina sola; pero la misma puede ocurrir cuando la ingesta calórica es inadecuada, cuando el nivel de actividad física supera el aporte energético o con el empleo concomitante de otros agentes hipoglucemiantes (sulfonilureas, insulina) o etanol. Los ancianos, debilitados, o alcohólicos son particularmente vulnerables al desarrollo de hipoglucemia. El cuadro puede ser difícil de reconocer en ancianos y en quienes se encuentren bajo tratamiento con beta-bloqueantes. Pérdida del control glucémico: puede ocurrir en pacientes estabilizados cuando son sometidos a situaciones de stress tales como fiebre, traumatismos, infección, cirugía y alteraciones emocionales. En tales circunstancias, puede ser necesario suspender HIPOGLUT® MET y administrar temporalmente insulina para corregir el cuadro; luego de superada la situación desencadenante puede reinstituirse el tratamiento con HIPOGLUT® MET. La capacidad de los hipoglucemiantes orales de controlar los valores glucémicos puede disminuir en algunos pacientes a lo largo del tiempo; tal circunstancia se conoce como fallo secundario. De producirse dicha eventualidad debería considerarse la modificación del esquema de tratamiento Incluyendo la posibilidad de insulinización. Otras precauciones: Todos los pacientes deben continuar su dieta con una distribución regular de la ingesta de carbohidratos durante el día. Los pacientes con sobrepeso deben continuar su dieta baja en calorías. Las pruebas de laboratorio habituales para el control de la diabetes deben realizarse con regularidad.
Advertencias.
Glimepirida: En situaciones excepcionalmente estresantes (por ej. Trauma, cirugía, infecciones febriles) podría deteriorarse la regulación de la glucosa sanguínea y podría ser necesario un cambio temporario a insulina para mantener buen control metabólico. Metformina: Acidosis láctica: La acidosis láctica es una complicación metabólica rara pero potencialmente fatal, que puede ocurrir por acumulación de Metformina durante su empleo. Cuando se produce, su tasa de mortalidad puede llegar al 50%. La acidosis láctica también puede ser consecuencia de varias situaciones fisiopatológicas que incluyen a la diabetes mellitus y toda vez que exista hipoperfusión y/o hipoxemia tisular significativa. La acidosis láctica se caracteriza por niveles de lactato hemático elevados ( > 5 mmoI/L), descenso del pH hemático, trastornos hidroelectrolíticos con aumento de la reserva de aniones y de la relación lactato/piruvato. Cuando la Metformina está relacionada con un caso de acidosis láctica, generalmente sus niveles plasmáticos son > 5 ug/mL. La incidencia reportada de acidosis láctica en pacientes bajo tratamiento con Metformina es muy baja (alrededor de 0.03 casos/1000 pacientes- año; con aproximadamente 0.015 casos fatales/1000 pacientes- año). Los casos reportados han correspondido primariamente a pacientes diabéticos con insuficiencia renal marcada, incluyendo aquellos con enfermedad renal intrínseca e hipoperfusión renal, a menudo asociados con múltiples trastornos médico/quirúrgicos en pacientes polimedicados. Los pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva que requieren tratamiento farmacológico, en particular aquellos con fallo cardíaco agudo e inestable quienes se encuentran en riesgo de hipoperfusión/hipoxemia se encuentran en mayor riesgo de sufrir acidosis láctica. El riesgo de acidosis láctica se incrementa en relación al grado de insuficiencia renal y la edad del paciente. En consecuencia, el riesgo de esa eventualidad podría ser considerablemente reducido mediante el monitoreo regular y sistemático de la función renal en pacientes bajo tratamiento con Metformina y la administración del fármaco a la menor dosis posible. Ya que se encuentran en mayor riesgo de desarrollar acidosis láctica; no debería administrarse HIPOGLUT® MET a pacientes de más de 80 años de edad, a menos que el clearance de creatinina demuestre que la función renal no se encuentra comprometida. Además, debería suspenderse inmediatamente la administración de HIPOGLUT® MET ante la eventualidad de cualquier condición asociada con hipoxemia, deshidratación y/o sepsis. Debido a que la insuficiencia hepática puede disminuir significativamente la capacidad del organismo para aclarar lactato, la Metformina debería evitarse en pacientes con evidencia de enfermedad hepática. Los pacientes deberían ser advertidos respecto a Ios riesgos del consumo de alcohol cuando se encuentren recibiendo Metformina ya que éste potencia los efectos de la Metformina sobre el metabolismo del lactato Además, HIPOGLUT® MET debería ser temporariamente discontinuado con anterioridad a la realización de estudios radiológicos que conlleven la administración intravascular de sustancias de contraste o cualquier intervención quirúrgica (Ver Precauciones). El comienzo de la acidosis láctica a menudo suele ser sutil y estar acompañado de síntomas inespecíficos tales como malestar, mialgias, distress respiratorio, somnolencia, molestia abdominal. Puede estar asociado con hipotermia, hipotensión y bradiarritmias con marcada acidosis. Tanto el paciente como el médico deben estar advertidos sobre la posible importancia del desarrollo de tales síntomas y el paciente debería comunicar inmediatamente al médico ante la aparición de tales síntomas (Ver Precauciones). La administración de HIPOGLUT® MET deberá ser inmediatamente interrumpida hasta que el cuadro clínico se esclarezca. La determinación de electrolitos, cetonas, glucemia y de ser necesario, pH, lactato hemático y nivel de Metformina pueden resultar de utilidad. Una vez que el paciente se haya estabilizado, en cualquier nivel de dosis de Metformina, los trastornos gastrointestinales que suelen ser comunes al inicio de la terapia, es raro que puedan deberse a la administración de HIPOGLUT® MET y ellos podrían deberse a acidosis láctica o a otros procesos severos. Niveles de lactato venoso en ayunas por encima de valores normales pero inferiores a 5 mmol/L en pacientes que se encuentren recibiendo Metformina no necesariamente indican el desarrollo de una acidosis láctica inminente y podrían reflejar otras circunstancias tales como la falta de control de la diabetes, actividad física excesiva, obesidad o problemas técnicos con el manejo de la muestra (Ver Precauciones). La acidosis láctica debería ser sospechada en cualquier paciente diabético con acidosis sin evidencia de